Grupo de creación

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Virgin Poets Society

Poetas: ¡Tienen ustedes un lugar en el Paraíso! ¡Si! ¡Es todo suyo! (pocos se pueden dar ese lujo, con esto de los impuestos... las contribuciones del Paraíso subieron por las nubes).

Por mi parte, después de amplios análisis, he llegado a la conclusión que por estos lados se pasa mejor... las uvas de exportación chilenas son buenas (y últimamente sin moscas), se produce buen vino (en botella, caja o bidón, incluso en bolsa), se come rico y la gente todavía baila.

Hay para todos los gustos, la vida por acá es un chiste (los que lo entienden se ríen). Yo se los digo, poetas: ¡Hay que reír! ¡Hay que bailar! La Guaracha, por ejemplo, es una buena opción; el Chamamé, por su parte no se queda atrás.

Todavía están a tiempo de pensarla, acá se pueden comer manzanas tranquilo (bien lavadas y fijándote que no sean fruto de transgenia), nadie te expulsa a patadas por despertar una mañana y desayunar manzanas, un árbol entero puedes tener y nadie se da por aludido.

Poetas vírgenes, péguense una canita al aire, todavía no es tarde... y por último, una señal de arrepentimiento cuando llegue la hora y estamos listos. Lo comido y lo bailado nadie se los quita.





Claudio Barrientos Winter

viernes, 18 de diciembre de 2009

Desapariciones

Desaparecer, es aparecer sin que alguien se dé cuenta.

Por eso hoy quiero desaparecer, aparecer por rincones nunca vistos,
aunque muchas veces recorridos.

Tienden a desaparecer también mis recuerdos, o esas luces tontas en la memoria, que suelen pensar cosas extrañas.

Desaparecen diariamente millones y millones de personas, millones y millones de flores amarillas en calles siempre repletas.

Quiero desaparecer un rato, por ahí por donde todos vagan, o varios se sientan un rato a fumar.

Es todo un chamullo el diario vivir, estas rocas calientes bajo los piés lo dicen mejor que cualquiera.

Desaparece también el tipo que frente a mi casa avanza con un hacha al hombro, un poco trotando, un poco relajado.

Desaparece con olor a noche el día y en él desaparezco para recorrer tranquilo las veredas, imaginando que aún son senderos en medio de un bosque pomposo.

Desaparecer es aparecer sin que alquien se dé cuenta.






Claudio Barrientos Winter

lunes, 14 de diciembre de 2009

El Poeta y la duda

¿Qué es ser poeta?

¿Cómo debe vestir un poeta?

¿Huele a rosas, a cardos o a gladiolos?

¿Debe caminar seguro o suele también tropezar?

¿Dónde esta su poesía?

La lleva en el bolsillo ¿o la conversa con el primero que pregunta?

¿Qué es ser poeta?

¿Es ser un pequeño dios?

¿Existen los dioses pequeños?

¿Va al baño?

¿Se mira al espejo como poeta, como mago, como mono, o lanza a sí mismo un beso poético creyéndose pulento?

¿Se es más poeta por viejo que por poeta?

¿Dónde termina el poeta y empieza el político?

¿Acaso mira de reojo y con un relápiz resopla repoemas reafirmando su repostura rebelde?

¿Qué es ser poeta?

¿Hay que ser pelado, bien peinado, engominado o chascón?

¿Llevar una vida sana? ¿o comer huevadas igual que todos?

¿Cómo debe saludar un poeta?

¿De qué debe conversar un poeta?

¿De quién debe enamorarse un poeta?

¿Cómo se levanta un poeta? ¿con el pié izquierdo? ¿con el pié derecho? ¿o ambos al mismo tiempo?

¿Qué es ser poeta?

¿Cuándo se comienza a ser poeta? ¿al escribir, al versar o al vivir?

¿Qué fué primero, el verbo o el poeta?




-C.B.W-